Treinta y nueve años después de que “The Shining” estrenó en las salas de cine, llega a los cines una secuela. Ambos filmes están basados en las novelas de Stephen King, que llevan los mismos nombres: “The Shining” (1977) y “Doctor Sleep” (2013).
En “Doctor Sleep”, vemos nuevamente a Dan Torrance, esta vez como un adulto lidiando con el alcoholismo, y traumatizado por los siniestros eventos que ocurrieron en el Overlook Hotel cuando él era niño. Su esperanza de una existencia pacífica se va a pique cuando conoce a Abra, una adolescente que comparte su dote extrasensorial del ‘resplandor’. Juntos, forman una atípica alianza para batallar contra el True Knot, un culto cuyos integrantes intentan alimentarse del resplandor de inocentes para ser inmortales.
Para sacar el máximo de “Doctor Sleep” y entenderla mejor, diría que es requisito ver la original, el clásico de Stanley Kubrick de 1980 protagonizado por Jack Nicholson, quien interpreta a un escritor perturbado.
La secuela constantemente hace referencias al filme original, mientras construye sobre la adaptación de la novela de King, no obstante me parece que es más interesante cuando se enfoca en lo nuevo, en conseguir su propia voz en vez de estar revisitando el contenido de la original. A veces se siente hasta halado por los pelos, con tal de complacer a los fanáticos del clásico (‘fan service”), y sí, algunos saldrán más que satisfechos.
En cuanto a buscar elenco similar al original para escenas de remembranzas, creo que se pudo haber hecho un mejor trabajo. Danny esta vez es un niño pecoso, y mientras que la nueva Wendy suena como Shelley Duvall, su actuación en la primera escena no me resultó creíble. Al menos, luego mejora. Sí extrañé a Tony, el amigo imaginario de Danny, pues esta vez ni se menciona.
Ewan McGregor protagonizó el filme de forma convincente, pero quien realmente sorprende es el joven Jacob Tremblay.
Rebecca Ferguson hace un buen papel como Rose The Hat, pero me molestó un poco que su “catch-phrase” suene bastante similar a la de Angelina Jolie como Maleficent. Cada vez que lo usaba, era un ‘trigger’ para pensar en Maleficent.
Otros que también participan y trabajaron bien fueron Cliff Curtis, Emily Alyn Lind, Carl Lumbly y Kyliegh Curran.
La cinematografía es otro de los atractivos de “Doctor Sleep”, a veces valiéndose de efectos especiales para presentar interesantes secuencias y tomas. Los integrantes del True Knot son unos ‘junkies’ que cuando se drogan, tienen una experiencia casi orgásmica, y los ojos se les ponen como los de Foo Fighters en el vídeo de “The Sky Is a Neighborhood”.
Respecto al horror, a veces tiene sus secuencias morbosas e incómodas, pero no son excesivas.
“Doctor Sleep” es una secuela entretenida que funciona mejor cuando busca contar una nueva historia que cuando insiste en recordarte cosas del clásico de hace casi cuatro décadas. Algunos quedarán maravillados, mientras otros, como yo, esperaban algo más.
Estudio: Warner Bros.
Director: Mike Flanagan
Historia: Stephen King (novela) y Mike Flanagan (guión).
Duración: 2:31
Género: Drama/Fantasía/Horror
Clasificada: R
Calificación: 3/5