La novela “Winter’s Tale” del escritor neoyorquino Mark Helprin había sido descrita como “imposible de grabar en película”. Al menos así reaccionaron los fanáticos del libro de casi 700 páginas al enterarse que había planes de hacer una película sobre esta.
En entrevista con io9, el director y guionista Akiva Goldsman explicó que para lograrlo hizo trampa: “Lo primero que hice fue omitir 300 páginas (o algo así)” de uno de los personajes centrales de la novela.
“Winter’s Tale”, la nueva película de Warner Bros. Pictures, es el resultado de esta adaptación.
Basada en una versión mítica de Nueva York, en el transcurso de más de un siglo, la película relata el momento en que el ladrón Peter Lake (Colin Farrell) se enamora de la hermosa Beverly Penn (Jessica Brown Findlay). Sin embargo, su amor se verá en una encrucijada, pues ella tiene una enfermedad terminal y él es perseguido por quien fue su mentor, el diabólico Pearly Soames (Russell Crowe). Lake intentará hacer todo lo que pueda por salvarla, mientras que Soames hará lo mismo por destruirlo. Solo un milagro podría ayudarlo, pero solo el tiempo dirá si lo logra.
Además de Farrell (“Saving Mr. Banks”), Brown Findlay (“Downton Abbey”) y Crowe (“Gladiator”, “Les Misérables”), “Winter’s Tale” cuenta con Jennifer Connelly (“Requiem for a Dream”), Eva Marie Saint (“On the Waterfront”), y la presencia inesperada de un actor muy conocido.
Las actuaciones de Farrell, Brown Findlay, Connelly y Saint son decentes, siendo esta última una de las más conmovedoras. El espectro de emociones del personaje de Farrell es muy limitado: cuando no tiene miedo, está lloroso… o ambas. La de Crowe como villano resulta caricaturezca, y más por su empeño absurdo y hasta inmaduro de querer terminar con el protagonista. A pesar del aspecto fantasioso con el que se manifiesta, Crowe resulta más creíble y temible como Javert en “Les Misérables”.
La adaptación, aún con la significativa cantidad de páginas arrancadas, resulta muy complejo para una sola película. A su vez, el libreto se siente débil y varias escenas resultan predecibles.
Los efectos especiales dan más gracia que credibilidad dentro de la fantasía que presenta el filme.
La música, a cargo de Hans Zimmer y Rupert Gregson-Williams, aunque enriquece las escenas sensibles de la trama, no resulta memorable. Por otra parte, la edición de sonido llegaba a ser exagerada en algunos pocos momentos.
“Winter’s Tale” espera capitalizar con su oferta romántica a audiencias de enamorados durante el fin de semana de San Valentín. La misma podría tal vez ser de tu agrado si eres una adolescente de 13 años y disfrutas de historias de amor en la onda de “Twilight”.
Duración: 118 minutos
Género: Drama / Fantasía
Clasificación: PG-13
2.5/5.