Reformarse no es tarea fácil. Hay caminos que sencillamente son más fáciles de recorrer, pero estos rara vez suelen ser los correctos…
Hoy estrena en cines el filme puertorriqueño “El Chata”, una historia sobre seguir en la pelea contra los problemas que nos presenta la vida.
Al salir de la cárcel, Samuel, un boxeador retirado, regresa al barrio a reconquistar a su mujer y conocer a su hijo. Buscando un mejor porvenir y tratando de ser un buen padre de familia, regresa al ring, pero no como hubiese querido.
Antes de continuar, debo admitir que por un compromiso previo, no pude ver los últimos 30 minutos del filme, así que mi reseña debe tomarse como un relato de primeras impresiones, por lo que no puedo darle calificación.
Como la gran mayoría de las producciones puertorriqueñas, “El Chata” tiene una buena cinematografía. Tiene buenas actuaciones y otras no tan buenas. Las más que se destacan son las de Camila Monclova y Modesto Lacén. El guión es de diálogos limitados y no se siente muy natural en repetidas ocasiones. La dinámica entre algunos personajes carece de calor humano al estos interactuar entre sí.
El filme no es para menores de edad. Tiene escenas de consumo de drogas, sexo, e incluso unas escenas de desnudos que resultan innecesarias, pues no aportan nada realmente al filme.
La edición de sonido también pudo haber estado mejor, pues algunos no convencen mucho. La edición en una de las peleas me pareció pobre, pues solo presenta varios tiros de cortes rápidos de cámara y de pronto ya uno de los boxeadores está en el piso, ni tan siquiera lo vemos caer, lo que choca un poco cuando el tema de las peleas parece ser medular para el filme.
Si quieres apoyar un proyecto local, ve a ver “El Chata”.
Director: Gustavo Ramos Perales
Guión: Gustavo Ramos Perales/Xenia Rivery
Género: Drama
Duración: 1:15
