La décima película de Planet of the Apes llega a los cines hoy, pero antes de hablar de esta, repasemos un poco del contexto El primer filme fue en 1968, con Planet of the Apes, basado en la novela del 1963 del mismo nombre, del autor francés Pierre Boulle. El filme inspiró una serie estadounidense de televisión en 1974 que solo duró unos 14 episodios. La misma cayó víctima de sus altos costos de producción y poca audiencia, lo que llevó a que el último episodio ni se transmitiera. Ya para el 2001 hubo un reboot dirigido por Tim Burton, quien respondió que antes de hacer una secuela, se lanzaría por una ventana. Según Mark Whalberg, protagonista de ese filme, el fracaso se debió a lo siguiente: “No tenían el guión bien. Tenían una fecha de estreno antes que hubiesen filmado un pie de cinta. Estaban presionándolo y empujándolo en la dirección incorrecta. Hay que dejar que Tim (Burton) haga lo suyo”. Diez años después, comenzaron a salir las precuelas, que como un ave fénix de entre las cenizas, devolvió la gloria a la franquicia contando la historia del chimpancé Caesar: Rise of the Planet of the Ape (2011), Dawn of the Planet of the Apes (2014) y War for the Planet of the Apes (2017).
Kingdom of the Planet of the Apes nos lleva muchos años después de la muerte de Caesar, a un mundo en el que ya los simios están en total control del planeta y los humanos se esconden para sobrevivir. El legado de Ceasar ha pasado a ser prácticamente una religión y una guía moral para los simios, aunque un sucesor ha corrompido las enseñanzas para su propio beneficio. Esto repercutirá en la vida de Noa, un chimpancé joven quien terminará cuestionando todo lo aprendido sobre el pasado, y quien tendrá que tomar decisiones que definirán el futuro, tanto para los simios como para los humanos.
El décimo filme es un paso firme a favor de la saga. Para ser un filme de casi dos horas y media, el relato para nada se siente largo. La cinematografía es muy buena, la narración tiene un buen balance entre la acción y lo emotivo, y el mundo creado también luce muy bien, con edificios abandonados que ya ni parecen edificios porque el follaje los ha arropado.
Los efectos visuales están a la altura del filme. Las actuaciones, junto a la tecnología del motion-capture y retoques de animación, dan vida a personajes bien desarrollados con quienes la audiencia podrá empatizar con facilidad.
Andy Serkis, quien interpretó a Caesar en las pasadas tres películas, esta vez no participa directamente en el filme, pero tanto él como Matt Reeves (director de los dos filmes anteriores, mostraron su apoyo al director Wes Ball, y Serkis además aconsejó al protagonista Owen Teague (Noa), sobre actuación y la tecnología utilizada.
Aparte de Teague, participan en el filme Freya Allan –quienes algunos conoceran como Ciri en la serie de Netflix de The Witcher–, Dichen Lachman, Peter Macon, Karin Konoval, Eka Darville, Travis Jeffery, William H. Macy, Lydia Peckham, Sara Wiseman, Neil Sandilands, Ras-Samuel, Nina Gallas, y el actor Kevin Durand, a quien no debemos confundir con el enebeísta de los Suns, Kevin Durant. Las actuaciones
El filme toca temas como la familia, la confianza, la convivencia, los valores, las tradiciones, la religión y la corrupción, de una forma coherente dentro del contexto de la narración.
No todo es perfecto en Kingdom of the Planet of the Apes. Tiene algunas decisiones cuestionables, y peca de predecible en un par de ocasiones. Quizás no supera a la trilogía de Caesar, pero no deja de ser un filme entretenido que vale la pena disfrutarse en la pantalla grande, con un intrigante final que invita a cuestionarse hacia dónde va la saga.
Año: 2024
Estudio: 20th Century Studios
Director: Wes Ball
Guión: Josh Friedman, Rick Jaffa y Amanda Silver.
Género: Acción / Aventura / Ciencia ficción
Clasificada: PG-13
Duración: 2:25
Calificación: 4/5