Dime si esto no suena conocido:
Luego de varios años de costosos estudios universitarios, uno sale al mundo laboral y se encuentra con dificultades para conseguir trabajo, tanto en el campo estudiado como en cualquier otro. Con una gran deuda a pagar, el temor y la ansiedad se apoderan de uno. Cada entrevista de empleo fallida acerca más y más a la desesperación y a la toma de malas decisiones.
Esta historia puede resultar muy familiar, pues más allá de vivirla en el plano personal o por la situación general de nuestro país, Hollywood la ha recreado de diversas formas. Pero si en ocasiones esa manera resulta poco realista, no es el caso de Emily The Criminal, película que estrenó ayer en los cines Fine Arts de Puerto Rico.
El filme cuenta la historia de Emily (Aubrey Plaza), una joven adulta sumergida en deudas estudiantiles y bloqueada del mercado laboral por un delito menor. Desesperada, accede a cometer fraude con tarjetas de crédito a cambio de dinero rápido. Cuando sus intentos por conseguir trabajo continúan fracasando y sus frustraciones aumentan, Emily se dejará seducir cada vez más por una industria criminal de la que posiblemente no logre escapar.
Si bien el tema no es uno innovador, los ingredientes con los que se prepara esta película hacen de ella una muy interesante. Aubrey Plaza, actriz que saltó a la fama por papeles sarcásticos en comedias populares, lidera este filme con una sorprendente intensidad dramática. La mirada inexpresiva con la que lograba carcajadas en pasados proyectos ahora evoluciona a un torbellino de fuerza con el que añade realismo y empatía a todas sus escenas. Convincente en sus momentos de ira, temor, frustración y triunfo, Plaza carga este filme y logra de manera rápida interesar al espectador en su descenso al bajo mundo.
John Patton Ford, cineasta haciendo su debut como director y escritor de un largometraje, logra plasmar la historia de Emily con mucho realismo. La película arranca de manera lenta pero logra establecer un estilo que la aleja de la estética segura de otras películas de Hollywood, dando la impresión de estar en un mundo realista donde ninguno de los personajes que observamos están a salvo. Esto le da mayor profundidad a una historia con la que es bastante fácil relacionarse, logrando ya en un punto inicial del segundo acto sumergirte en la trama y sentir intensamente los desaciertos de Emily.
Para una película que es mayormente de suspenso y de intriga criminal, el filme tiene varios momentos destacados de comedia. Lo mejor de ella es que no aparentan ser intencionales, sino basados en lo absurdo de algunas situaciones en las que los personajes se encuentran o sus reacciones a ellas. Esto añade aún más a la conexión que el espectador hace con la historia. Contar con talentos como Plaza y Theo Rossi, quien destaca como un simpático pero problemático criminal, aportan a la multidimensionalidad del filme.
No es difícil conectar con la historia y el personaje titular del filme. Todos hemos enfrentado algún tipo de dificultad financiera y la frustración que viene con ella. El ver a personajes pasar por problemas similares a los que tenemos cada día nos valida como audiencia. El ver a esos personajes romper las reglas para conseguir lo que quieren deja una extraña sensación de satisfacción ante un sistema que en ocasiones se siente frustrante. Aunque carece de un libreto con elementos muy sorprendentes, Emily The Criminal logra contar una historia familiar de manera genuina y cruda. Gran crédito de esto va para la gran labor de su protagonista y de su director.
Productora: Low Spark Films
Dirección: John Patton Ford
Guión: John Patton Ford
Género: Drama | Crimen | Suspenso
Clasificada: R
Duración: 1:35
Calificación: 3.5/5