A estas alturas, uno esperaría que los avances tecnológicos hubiesen erradicado todas las terribles enfermedades que tanto mal hacen en la Tierra, pero lamentablemente, no es así.
Es posible que hayas experimentado indirectamente los efectos del Alzheimer, demencia senil, o cualquier enfermedad degenerativa de la memoria; que hayas visto a familiares tuyos en la desesperación de no reconocer su propia casa, su familia, y llegar al nivel de perder la capacidad de hablar y terminar postrados en una cama. En fin, es ver como el mal del Alzheimer termina convirtiendo a una persona apta y bien capacitada en una limitada sombra de quien una vez fue.
“Still Alice” relata la historia de Alice Howland, una exitosa, saludable y jovial profesora de lingüística, que cuando comienza a enfrentar episodios de olvido en su vida diaria, decide visitar a un neurólogo. Esto la lleva a descubrir que padece de Alzheimer de inicio precoz, un tipo de degeneración de la memoria bastante acelerado. Como es de esperarse, esto la llevará a luchar contra su enfermedad como mejor puede, y su familia hará ajustes para brindarle apoyo y ayudarle a cargar su cruz.
El filme es desesperanzador y triste, pero es que lamentablemente así es la enfermedad. Es difícil tratar un tema tan serio de otra forma, a menos de que tengas el humor negro azabache y hagas sátiras carentes de tacto.
Julianne Moore interpreta magistralmente a la profesora Howland, y la Academia dejó saber que estaba de acuerdo al otorgarle el Premio a la Mejor Actriz en la ceremonia de los Óscar celebrada el pasado domingo, específicamente por este rol (y también ganó un Golden Globe). Su sufrimiento, frustración y desesperación se transmite clara y contundentemente.
“Still Alice” también cuenta con la participación de Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth, Shane McRaey, Hunter Parrish, Seth Gilliam y Stephen Kunken. Stewart y Baldwin realizan una buena labor como actores de reparto.
Para mostrar el desconcierto que enfrenta Howland, el director se vale de desenfocar el lente en ocasiones, para que la audiencia experimente una sensación similar a la de la protagonista. Esto podría ser efectivo para unos y molestoso para otros, pero no deja de ser una curiosa metáfora visual. Algo en lo que sí había campo para mejorar era en la edición del filme, pues algunos cortes resultan abruptos e interrumpen la concentración en la historia.
Más allá de mostrarnos la crueldad del Alzheimer, sobre todo cuando ataca a edad temprana, la película tiene un mensaje: el apoyo de la familia es instrumento clave para afrontar situaciones como esta.
“Still Alice” es una adaptación del libro de Lisa Genova. Su guión fue coescrito entre Richard Glatzer y Wash Westmoreland, quienes también codirigieron el filme. Cabe destacar que Glatzer padece de esclerosis lateral amiotrófica o ALS, por sus siglas en inglés (¿recuerdas el Ice Bucket Challenge?), y como esto le ha privado su capacidad de hablar, tenía que comunicarse a través de un iPad, de acuerdo a Not Impossible Now.
Productora: Sony Pictures
Clasificación: PG-13
Duración: 1:41
Calificación: 4/5