Estar vivos nos lleva a movernos constantemente y a tomar decisiones importantes que nos transforman. Comenzar nuevas etapas puede darnos gran satisfacción en el interés de seguir progresando, pero también puede llevarnos a perder partes importantes y queridas de esa vida que dejamos atrás. Seguimos adelante hacia nuevos rumbos, pero cuando alguna parte de ese pasado resurge, el impacto emocional puede estremecer nuestro mundo. Esta es la premisa principal de Past Lives, filme que estrena hoy en ambos cines Fine Arts de la Isla.
Nora y Hae Sung, dos niños que comparten una gran conexión y amistad, son separados cuando la familia de Nora decide emigrar de Corea del Sur. Dos décadas más tarde, ellos se reúnen en Nueva York para una fatídica semana en la que confrontan las nociones del amor, el destino y las decisiones que conforman una vida. Este es un romance moderno con mucho corazón, mucha inteligencia y un impresionante desborde de talento en cada aspecto de su confección.
Celine Song, dramaturga nacida en Corea del Sur, hace su debut como guionista y directora del largometraje de una manera asombrosa. A lo largo de todo el filme se ve el detalle con el que se construyó cada plano, la precisión con la que se dirigió a cada actor y el amor con el que se montó la pieza final. Cada segundo de la duración de esta película está marcado con un estilo original y propio, algo que pocas veces ocurre en una industria que recurre mucho a “homenajear” a otras obras o a copiar estilos exitosos con el fin de lograr un resultado similar en la taquilla. La película lleva un ritmo impecable para su historia, dandole espacio a las escenas con tomas largas en las que el espectador puede inspeccionar gestos particulares, movimientos leves y miradas intensas que comunican muchísimo más que algunas de las acciones de los personajes.
Siendo una obra con una historia relativamente sencilla pero con un poder emocional increíble, la responsabilidad de conectar con la audiencia recae en su elenco principal y este responde al llamado en grande. Greta Lee le da vida al personaje de Nora con un magnetismo y una vulnerabilidad serena que hace sentir el conflicto que vive a lo largo de la historia. Sus gestos y lo expresivo de sus ojos comunicaban en muchas ocasiones más de su torbellino interno que cualquier línea pausada que daba. Su química con Yoo Teo, quien interpreta a su primer amor de la infancia, es explosiva y palpable. John Magaro, quien interpreta al esposo de Nora, hace un gran trabajo en proyectar, tanto en sus líneas como en silencios incómodos, las inseguridades de Arthur. Y gracias a una serie de astutas decisiones de parte de la directora Song, quien estratégicamente prohibió a Lee y a Teo tocarse hasta su escena de re-encuentro y de igual manera mantuvo a los actores masculinos separados hasta el momento de grabar su escena en conjunto, los momentos en que los tres actores comparten escena son sumamente intensos y con un realismo que pocas veces se logra en pantalla.
El libreto, a pesar de la sencillez de su historia, se beneficia de una inspiración muy particular para proyectar un realismo que no todas las producciones logran. Y es que la trama está basada en cierta manera en la vida de Song, quien al igual de Nora tiene unos padres artistas que emigran de Corea del Sur y también de igual manera tenía un gran amigo de la infancia con el que luego reconecta de adulta. El guión resultó ser tan bueno y tan cercano a las experiencias de Song que fue el detonante para que A24 sugiriera que fuera ella quién dirigiera la película a pesar de no tener experiencia en dicho rol.
El resultado de dicha decisión es pura magia, una obra que atrapa tu atención desde la primera toma e inmediatamente se adueña de tu corazón. Cada personaje experimenta conflictos que todos hemos pasado de una manera u otra: la dificultad de salir de un lugar que llamamos hogar hacia lo desconocido, la ansiedad de buscar reconectar con un ser querido con quien se tiene una historia inconclusa, las inseguridades que pueden provocar algunas relaciones sentimentales y, sobre todo, esa famosa duda de qué habría pasado si hubiéramos tomado una decisión en lugar de otra. La película enfrenta con valentía y honestidad cada una de estas situaciones, en ocasiones impresionando con la crudeza y el realismo de algunas escenas incómodas para los personajes.
Hay muchas razones para ir al cine pero en la actualidad este acto parece estar mayormente reservado para ir a ver espectáculos de acción y capítulos de franquicias populares. Past Lives hace recordar el verdadero poder del cine: fascinarnos con una gran historia en la que nuestras emociones son estremecidas hasta hacernos sentir con intensidad y reflexionar sobre la condición humana. Esta es una gran obra cinematográfica con tanto que ofrecer que merece estar mucho tiempo en cartelera mientras todos la descubren y permiten ser maravillados por ella.
Compañías: Coproducción Estados Unidos-Corea del Sur; 2AM, A24, CJ Entertainment, Killer Films
Distribuidora: A24
Dirección: Celine Song
Guión: Celine Song
Género: Romance | Drama
Clasificada: PG-13
Duración: 1:46
Calificación: 4.5/5