“Sicario: Day of the Soldado” – Más balas, menos palabras

La frontera entre México y Estados Unidos es la protagonista de múltiples noticias de actualidad, sobre todo en estos tiempos en que el presidente Trump está empeñado en plantar un muro ahí. Este lugar también tuvo su papel protagónico en el primer filme de “Sicario” del director Denis Villeneuve para su estreno en el 2015.

Ahora, bajo un nuevo director, el italiano Stefano Sollima, estrena la secuela “Sicario: Day of the Soldado”. En esta, el agente del FBI Matt Graver (Josh Brolin) se pone en contacto con el misterioso Alejandro Gillick (Benicio del Toro) cuando los carteles mexicanos de droga comienzan a infiltrar terroristas a través de la frontera. La guerra se pone peor cuando Alejandro secuestra a la hija de un narco para deliberadamente aumentar la tensión entre los bandos. Cuando la niña (Isabela Moner) es considerada un daño colateral, los dos hombres determinarán su destino cuando toca cuestionar todo aquello por lo que están luchando.

Esta secuela no tiene ni la cinematografía, ni el drama, ni ese ‘feeling’ de ‘thriller’ que tuvo la primera. En cambio, es más una película de acción, con bastante violencia desde que inicia, pues claro, ahora incluyen a terroristas en la ecuación. Las secuencias de acción están muy bien logradas, y volvemos a contar con buenas actuaciones, sobre todo de Benicio del Toro. La música también intensifica la acción efectivamente.

Su guión se adentra en algunos conflictos morales, aunque no los explota mucho. La narrativa se presta para un tercer filme, por lo que no sorprendería ver otro filme de Sicario en unos años.

“Sicario: Day of the Soldado” definitivamente tiene un tono muy distinto al filme anterior, es menos psicológica y más violenta, pero cumple con su función de entretener, sin adentrarse en discursos políticos.

Estudio: Sony Pictures
Director: Stefano Sollima
Guión: Taylor Sheridan
Género: Acción
Clasificada: R
Duración: 2:02

Calificación: 4/5

By José 'Joz' Landrón-Baralt

Un tipo ahí que disfruta de hacer dibujos y escribir para sentir que no pasa por la Tierra en vano.

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