A algunos les basta recibir un “no” para abandonar sus sueños. Para Michael “Eddie” Edwards, coleccionista profesional de “no’s”, nunca recibió suficientes como para desalentarlo. Tenía su sueño muy claro y nada ni nadie lo iba a detener.
“Eddie the Eagle”, inspirada en hechos reales, relata la historia de Eddie (Taron Egerton), un joven británico que soñaba con llegar a los Juegos Olímpicos. Un saltador de esquí que nunca dejó de creer en sí mismo, aún cuando una nación entera no lo hacía. Con la ayuda de un entrenador tanto rebelde como carismático (Hugh Jackman), Eddie se enfrenta al mundo y gana el cariño de los fanáticos alrededor del mundo, logrando lo improbable e histórico en las Olimpiadas Invernales de Calgary en 1988.
Lo mejor del filme es su mensaje: que hay que luchar fuerte y ser perseverante para concretar tus sueños. Las actuaciones son buenas y el relato es coherente. La moda y la música está muy bien representada por los vestuarios y la banda sonora.
Aparte de Egerton y Jackman, participa brevemente Christopher Walken, y otros como Jo Hartley, Daniel Ings y Tim McInnerny. Jackman es parte del alma de este filme, pues interpreta exitosamente a un atleta retirado que encuentra en Eddie una razón para redimirse.
La cinematografía es funcional, y trabaja bien con las alturas en las que se desempeña el protagonista, pero se le pudo haber sacado más partido a esta.
La historia, que se balancea entre un drama emotivo y en ocasiones algo de comedia, es de Simon Kelton, quien coescribió el guión con Sean Macaulay. Dexter Fletcher dirigió el filme.
Si buscas un filme que te inspire y te entretenga durante dos horas, te recomiendo “Eddie the Eagle”.
Productora: Twentieth Century Fox
Género: Drama
Clasificada:PG-13
Duración: 1:45
Calificación: 4/5