El año es el 1970. Estás en el área rural de Quebec, al norte de Canadá. Una extraña tormenta de nieve se desplaza sobre el lago Atamipek. Eres Carl Faubert, un detective privado y veterano de guerra, quien ha sido contratado por el magnate W. Hamilton para que investigues un caso. Hamilton acusa a la comunidad de nativos norteamericanos Cree de robarle cosas de su casa de verano y su mansión de caza. Por su parte, los Cree tampoco están muy contentos con el señor Hamilton. Estos aseguran que él ha destruido tierras sagradas para seguir llenándose los bolsillos y alimentando su avaricia.
Este es el contexto del videojuego de supervivencia Kona, desarrollado por la compañía canadiense Parabole y financiado mediante la plataforma Kickstarter. Aunque estuvo bastante tiempo en Early Access (desde enero de 2016), el juego estrenó oficialmente el 17 de marzo de 2017. Por lo visto en los foros de Steam, el equipo desarrollador mantuvo constante comunicación con los jugadores, lo cual es una forma positiva de complacer a tu mercado.
En Kona, los misterios se complican tan pronto vas a reunirte con tu empleador. La primera parte del juego consiste en visitar distintas residencias bajo la nieve, en busca de pistas, mientras procuras no congelarte ni ser atacado por lobos. En el proceso, encontrarás distintos rompecabezas, algunos más fáciles que otros. Es de esos juegos en que probablemente termines buscando en Google cómo pasar alguna parte, ya que requieren específicamente de alguna herramienta que se encuentra en equis lugar para poder continuar hacia adelante.
Mientras que el juego permite que se juegue con un control, recomiendo que se juegue mejor con el teclado y un ratón, por el reto que presenta la última etapa del juego. En esa parte hay mucho a qué disparar, y la precisión del juego no es la mejor, sobre todo porque el pulso de tu personaje se afecta con el frío que siente.
Más allá de la puntería errática, otros aspectos del juego también podrían ser mejores. Uno de ellos es el tiempo de descarga entre áreas. Pasa con frecuencia cuando estás conduciendo un vehículo, que a medio camino se congela la pantalla con una ruedita de ‘loading’, y no es hasta 10-12 segundos más tarde que te permite continuar el rumbo. Otro detalle que definitivamente le quita mucho al juego es la falta de atención a detalles. Visitarás una casa que, por ejemplo, tiene dos cajas idénticas de juegos de Bingo. Visitarás dos casas que tienen Etch A Sketches con exactamente el mismo arte en la pantalla. Igual notarás que las casas suelen parecerse. Tienen el mismo tipo de decoración, y algunas texturas se ven estiradas y hasta pixeladas. Lo mismo pasa con la música que escuchas en los radios esparcidos por el pueblo. Es prácticamente la misma canción en todos los radios, por lo que terminarás buscando apagar todos los radios que veas.
La gélida ambientación es, aparte de la historia, el otro mayor atractivo, pues ciertamente sus panoramas o lo poco que puedes ver gracias a la nieve, funcionan muy bien como para causarte confusión y ansiedad en ciertas ocasiones.
Otra cosa que observarás es que el lugar es prácticamente un pueblo fantasma. Encontrarás múltiples residencias vacías, y serán muy pocos los humanos con los que podrás tener interacciones. Más interactuarás con visiones y siluetas.
Hay más que podría mencionarse sobre el juego, pero son misterios que arruinaría si me pongo a hablar sobre ellos. En las cinco horas que le dediqué al juego, llegué a la última etapa, y vi un vídeo de cómo se desenlaza la historia, pero no terminé el juego. Llegué con poca vida a la última parte y así fue que guardó mi juego, lo que me ponía en gran desventaja, aparte de la incómoda transición que tuve que hacer de cambiar el control por el teclado y el ratón, para intentar tener más precisión.
Más allá de sus defectos, como relato es muy interesante, transportándote al Quebec de los setenta y un misterio que busca esclarecimiento. Y el panorama nevado, sobre todo en lo denso del bosque, te ocasionará sentirte tan extraviado que a veces no sabrás si estás yendo en círculos, mientras buscas escapar de una muerte helada.
Una vez terminas el juego, solo faltaría rellenar tu libreta de anotaciones con aquellas fotos que falten, pero fuera de eso, no muestra mucho incentivo como para volver a jugarlo.
Kona tiene un costo de $19.99 en Steam. La versión evaluada fue la de Windows PC. También está disponible para Mac, Linux, Xbox One y PS4.
Categoría: Exploración/Supervivencia/Fantasía
Calificación: 3.25/5