Para los creyentes, la fe es un motor que te mantiene a flote en los peores momentos de la vida. Sin embargo, ¿qué pasa cuando a causa de esta eres perseguido, torturado o matan a los que te rodean? ¿La seguirías practicando?
Ya iniciada la Cuaresma, estrena “Silence” en los cines Fine Arts del país. Es un drama de contexto histórico que se remonta a la década del 1630, al momento en que Sebastien Rodrígues, un sacerdote jesuita de Portugal (Andrew Garfield), se entera de que su mentor (Liam Neeson) ha renunciado a su fe durante una misión en Japón. Preocupado, se da la encomienda de viajar allá junto a otro sacedorte (Adam Driver) para encontrar a su mentor e investigar la situación. Allá verán que la población cristiana está siendo exterminada sistemáticamente. Viendo la cruda realidad de tortura y martirio que sufren los cristianos japoneses, verá su propia fe sacudida, poniéndolo en una posición conflictiva sobre qué hacer y qué enseñar.
Mientras que el tema es muy interesante, sobre todo por su valor histórico, la película transcurre a paso lento durante su extensión de poco más de dos horas y media. “Silence” tiene buenas actuaciones, pero nada significativamente sorprendente.
La cinematografía es buena, y predominan los tonos oscuros, las sombras y las texturas de maderas, propias de las viviendas japonesas del siglo 17, produciendo como resultado una atmósfera sombría. De hecho, la única nominación que consiguió el filme en los premios Óscar de este año fue a Rodrigo Prieto por su cinematografía, aunque el premio se lo terminó llevando “La La Land”.
Las situaciones de tortura a los pueblos cristianos oprimidos varían en métodos, pero la dinámica del protagonista ante estas es similar. Claro, como toda buena historia, debe haber un arco de crecimiento para el personaje, algo que el director Martin Scorsese conoce muy bien, y lo hay.
Scorsese dedicó casi tres décadas para concretar este proyecto. No creo que “Silence” sea su mejor trabajo, pero vale la pena verlo una vez, invitándote a la reflexión. Eso sí, vayan descansados, porque la combinación de su extensión, el lento desarrollo de la trama y la cinematografía oscura pueden seducirte al reino de Morfeo.
Calificación: 3.5/5