Disney lleva años trayéndonos películas sobre sus atracciones. Lo hizo exitosamente con “Pirates of the Caribbean”, de la cual pronto tendrá cinco películas, y también lanzó otras sobre “Haunted Mansion” y “Tomorrowland”. Ahora, se podría decir que hizo un nuevo filme que me hizo recordar una pequeña atracción de menos renombre.
Si tuviste la oportunidad de ir al Studio Backlot Tour de Disney’s Hollywood Studios (antes Disney-MGM Studios) antes de que lo cerraran permanentemente para otoño de 2014, quizás recordarás de lo que hablo. Se trataba de una pequeña escena en el Special Effects Water Tank, para la que pedían unos cuantos voluntarios del público para formar parte de la tripulación de un barco, que pronto sería atacado, mostrando así la utilización de efectos de agua y tomas de cámara para dar el efecto de una crisis en alta mar. Pues aunque no están directamente relacionadas, “The Finest Hours” se siente como una variante en esteroides de aquella difunta atracción. No obstante, está basada en hechos reales… hechos que merecen ser contados.
En el invierno de 1952, Nueva Inglaterra fue golpeada por el viento del norte más brutal en muchos años. Como el tiempo causó estragos en la tierra, la congelación del Atlántico lo convirtió en una zona azotada por el viento, llena de peligros, preparando el escenario para una de las historias de rescate más heroicas que jamás se hallan vivido.
En las primeras horas del lunes, 18 de febrero, mientras que la tormenta se desataba, dos buques petroleros, el Pendleton y Fort Mercer, se encontraron en la misma horrible situación. Como fueron construidos con “acero sucio”, un metal que aguanta poca fatiga, no estaban preparados para afrontar semejante temporal, dejando a docenas de hombres a bordo completamente a merced de la agresividad del Atlántico. “The Finest Hours” es el relato verídico del valiente intento de rescatar a los que quedaban con vida tras las insistentes embestidas del mar.
“The Finest Hours” tiene muy buenos efectos, pero pierde puntos al ser demasiado gris, demasiado oscura. La coloración de la película es tan gris, que hasta la nieve es azul. Lo más blanco del filme es nieve azul y luces amarillas que ocasionalmente se asoman.
El elenco lo componen Chris Pine, Holliday Grainger, Casey Affleck, Ben Foster, Kyle Gallner, Eric Bana, Josh Stewart y unos cuantos más. Pine protagoniza como Bernie, el hombre que junto a tres hombres se abalanzó dentro de la tormenta para intentar el rescate. Grainger interpreta a una mujer impulsiva y fuerte de carácter, que lleva cierto parecido con una Madonna cachetona. Casey Affleck, el hermano menor de Ben Affleck, un marino con buenas ideas. Bana interpreta al líder del operativo, responsable de asignar las misiones de rescate. Todos actúan muy bien, aunque mis favoritos fueron Pine y Affleck.
Los efectos visuales, cuando se pueden ver y apreciar, son muy buenos. La música amplifica exitosamente las escenas de acción.
El filme es una adaptación del libro de Casey Sherman y Michael J. Tougias, realizada por los escritores Scott Silver, Paul Tamasy y Eric Johnson. Craig Gillespie (“Million Dollar Arm”, 2014) lo dirigió.
“The Finest Hours” sin duda es una historia que restablece la fe en la humanidad y por eso merece ser contada, aparte de tener atractivos efectos visuales y musicalización. Sin embargo, las sombrías tonalidades opacan partes que no necesitaban ser tan oscuras y en ciertas ocasiones, la película se hace muy lenta, una combinación que invitará a algunos en la sala a dormir (yo sé que el señor que estaba detrás de mí lo hizo). Es una película para verla una vez.
Productora: Disney
Clasificada: PG-13
Duración: 1:57
Calificación: 3.25/5